Cuántas veces, amor, por retenerte
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| Amor |
Y cuántas veces a pesar de estar herida
te la volví a entregar por no perderte.
Cuántas veces también, altivo y fuerte,
por alcanzar la gracia prometida,
me batí frente a frente con la vida,
me hallé cara a cara con muerte.
Y hoy, cunado mi ilución vuelve a tu lado
trayéndole al misterio de tu hechizo
la pluma azul del pájaro encantado.
Torna otra vez a mi pupila el lloro
al mirar desde el puente levadizo
que está cerrado tu castillo de oro.
Ángel Montoya.
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